Una debida articulación entre ahorro y crédito constituye una solución intermedia si tienes objetivos financieros por cubrir

El ahorro es un asunto que se complica en la edad adulta, cuando los gastos y compromisos devoran el salario y te dejan sin posibilidad de guardar algún dinero. En estos casos, la opción para resolver carencias o poder adquirir bienes es el crédito. Global House Financial te orienta para que te lo otorguen y alcances tus metas.

Programarse tiene ventajas

El ahorro programado exige disponer de un monto específico de dinero durante un lapso determinado para adquirir un bien específico o alcanzar cualquier meta que te hayas trazado. Puedes calcular exactamente el monto del bien, el monto que destinarás a conseguirlo y el tiempo que te tomará reunir todo el dinero. Este sistema funciona bien si eres una persona organizada y metódica, con disciplina financiera.

El ahorro ocasional es insuficiente

A medida que se pierde la capacidad de ahorro sistemático, muchas personas recurren al “cochinito” o alcancía; es decir, que al final de cada día o de cada mes guardan un poco del dinero sobrante, pero sin fijarse montos ni metas. Si bien es cierto que esta es una forma de ahorro, Global House Financial advierte que, con frecuencia, no cumple las expectativas.

Sacrificio vs beneficio

Tanto el ahorro como el crédito ameritan cuotas de sacrificio para alcanzar las metas. El ahorro representa el sacrificio presente para obtener un beneficio futuro, mientras que el crédito representa el beneficio inmediato, pero trae como consecuencia un sacrificio futuro. Hasta hace poco era necesario ahorrar para poder acceder a un crédito, pues el 30% del monto total del bien no era financiable, sino que debía darse como cuota inicial. No obstante, la guerra por el mercado crediticio ha llevado a que algunos artículos sean ofertados con un financiamiento del 100%, sin que exijan una cuota inicial. Esto atenta contra la cultura del ahorro.

En las actuales circunstancias del mercado financiero, Global House Financial te recuerda que tienes siempre dos opciones y debes seleccionar la que más se ajuste a tus necesidades y posibilidades. Puedes endeudarte con un crédito y comprometer los ingresos a futuro; o comprometer los ingresos presentes y reunir el monto deseado mediante el ahorro para adquirir el bien en un futuro.

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