Reducir el gasto cuando vas al mercado, sin poner en riesgo la nutrición, es el sueño de todo jefe de familia; Global House Financial te orienta para que lo logres

Establecer prioridades es lo primero que debes hacer cuando vas al supermercado, pues así no te dejarás tentar por chucherías ni empaques vistosos que llenan tu carrito y vacían tus bolsillos en un santiamén.

1. Fíjate en el precio por unidad

Lleva tu lista de compras al abasto y compara los precios de los productos que llevas en ella. Si en el anaquel no está claramente exhibido el precio, recurre a los lectores de código de barras que están en los supermercados. Compara el valor, el contenido y la calidad nutricional; con todos esos datos, finalmente, compra el que te ofrece una mejor relación costo beneficio.

2.- No te guíes por las marcas famosas

La mayoría de las cadenas de supermercados suele ofrecer productos de su autoría que resultan más económicos que los de las marcas líderes o famosas. Panes, salsas, enlatados y galletas elaborados por el supermercado suelen tener los mismos nutrientes y calidad que las marcas convencionales, pero su precio es entre 10% y 20% menor. Al final de la compra verás que el ahorro es significativo, sin sacrificar la calidad de lo que consumirás con tu familia.

3.- Haz las compras después de comer

Nada peor que ir al supermercado con hambre, pues todo se te antojará delicioso e irresistible. En ese escenario, tu carrito de compras llegará abarrotado a la caja y el gasto será descomunal. Si comes antes de ir, tu cerebro podrá hacer la tarea de seleccionar lo realmente útil, mientras que si vas con hambre, todo tu organismo se pondrá en emergencia a pedir comida. Si sueles llevar a los niños contigo, cerciórate de que hayan comido lo suficiente, pues, si por naturaleza suelen antojarse de todo lo que sea colorido y llamativo, si tienen hambre, esos antojos se multiplicarán, así como tus gastos.

4.- No te distraigas

Insistiremos en que te apegues a tu lista de compras y en que te dirijas exactamente al sitio donde están ubicados los rubros que necesitas. Por estrategia de comercialización, los supermercados colocan los productos esenciales al final para que el consumidor tenga que pasar primero por largos pasillos repletos de tentadores artículos. Recuerda que la meta es ahorrar en alimentos, así que debes evitar las distracciones y lograr tu objetivo.

5.- Compra al mayor y comparte con otros

Al hacer compras al mayor, obtienes descuentos sustanciales en alimentos. Sin embargo, corres el riesgo de que se te dañen el arroz o las pastas si no los almacenas bien o si vives en un país tropical. Lo aconsejable es que compartas los productos con otra familia y que todos se beneficien del ahorro de la compra al mayor. Piensa que al reducir el gasto en alimentos tendrás recursos para suplir otras necesidades.

El uso de cupones de descuento se ha puesto muy de moda, pero Global House Financial te recuerda que algunas tiendas tienden a poner condiciones para el canje. Cerciórate de que las reglas estén claras y usa también ese recurso de los cupones para ahorrar