Aunque seas de esas personas que odia tener deudas, alguna vez en la vida tendrás que pedir un préstamo. Te damos las claves para elegir el que se adapte mejor a tus necesidades.
Existe un montón de razones para pedir un préstamo y no te hablo de irte de vacaciones a un lugar exótico, que también, porque la vida es breve y hay que aprovechar las oportunidades. Pero hablemos de reformas en casa o de solucionar una avería seria del coche o de contar con un dinero que “te desahogue” en una situación delicada y puntual en tu economía doméstica.
Entonces, si ya lo has decidido y sabes que es necesario pedir un préstamo, te presentamos claves para elegir el mejor:
Es esencial saber qué tipo de préstamo se ajusta a tu necesidad. ¿Te vas a comprar un coche? ¿Vas a reformar tu casa? ¿Vas a hacer un máster? Dependiendo del fin que le vas a dar a ese dinero, cambiará el tipo de interés, el monto del préstamo a pedir o el plazo máximo para devolverlo.
Busca más de una alternativa. No aceptes inmediatamente la primera opción que te presenten. Consulta con una empresa de expertos financieros como Global House Financial que te muestran los préstamos que la banca ofrece actualmente y los que se adapten mejor a tu situación.
No aceptes un préstamo que no puedas pagar. Pide uno con cuotas flexibles que puedas pagar sin esfuerzos sobrehumanos. Casi siempre es mejor solicitar una cantidad menor de dinero que puedas pagar sin retar a las matemáticas.
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Ten presente que el total de las cuotas de tus deudas (tarjetas de crédito, hipoteca y préstamos) nunca debe ser mayor al 35% de lo que ingresa en tu hogar al mes.
Casi siempre en las entidades que tienen tu récord crediticio, se hace más fácil el papeleo y te ofrecen mejores condiciones para contratar productos de financiación.
Los intereses determinan lo que vas a pagar finalmente por el préstamo. Cuanto más bajo sea, mejor. También fíjate en las comisiones.
Los préstamos personales generalmente tienen un tipo de interés que está entre el 8% y el 12%. Hay algunos tipos de préstamos para fines específicos como para estudios superiores que pueden tener un interés más bajo (cerca de 6%).
Trata de evitar algunas comisiones como la de estudio, la de apertura, la de amortización parcial o la de cancelación anticipada.
Insiste en los puntos que no comprendas y en la letra pequeña. Haz que te los aclaren muy bien antes de firmar.
La Ley 16/2011 dice que tienes 14 días durante los cuales puedes dar marcha atrás a la contratación del crédito. No tienes que dar explicaciones a la entidad. Puede ser que hayas resuelto el problema de dinero que te obligaba a pedir el crédito o porque hubiera en el contrato alguna cláusula que te inquietara. Cancelar el crédito durante este lapso no debe generar ningún coste para ti.
Mucha suerte y usa el dinero con sensatez.
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