Solicitar un crédito ayuda a resolver muchos problemas, pero Global House Financial te recuerda que puede crear otros líos si no se usa con responsabilidad
Obtener un crédito puede representar la oportunidad de continuar estudios, la solución a un problema esencial, o la puerta de entrada a la casa propia; sin embargo, para que la experiencia resulte realmente beneficiosa, es necesario pedir el préstamo solo por un monto que puedas pagar, sin quedar asfixiado por las cuotas ni tener problemas de morosidad con el banco.
Usar el crédito con inteligencia te hará una persona confiable para el sistema financiero y ampliará tus posibilidades de pedir dinero prestado cuando lo necesites. Esa confiabilidad la lograrás solo cumpliendo exactamente el pago de las cuotas y evitando incurrir en nuevos endeudamientos por motivos banales. El autocontrol en materia de gastos es esencial, pues, una vez que se obtiene el primer crédito, muchos caen en la tentación de pretender resolver todas sus necesidades por la vía del préstamo y al final los ingresos se les desvanecen en pago de intereses, mientras la deuda sigue intacta.
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El crédito no está hecho para metas superfluas. Entre sus beneficios se encuentra la posibilidad de comprar algo hoy y de pagar más tarde, en lugar de tener que esperar para comprarlo. Por esa razón Global House Financial te sugiere darle el mejor uso posible como financiar estudios universitarios o comprar un ordenador; adquirir un equipo que necesites para tu pequeño negocio o emprendimiento, o hacer frente a una emergencia de salud.
La masificación de las tarjetas de crédito ha hecho que muchos piensen que es una especie de extensión de su salario con la que pueden incurrir en todo tipo de compras. Sin embargo, el pago de esa tarjeta puede convertirse en un dolor de cabeza cuando le das un uso inapropiado. Los expertos aconsejan adquirir cosas importantes para el hogar como electrodomésticos que hagan la vida más fácil, sin que implique tener el plasma más costoso y grande del mercado. Otro dato fundamental es que solo el 10% de tu ingreso mensual debe destinarse al pago de la tarjeta de crédito. Si ya sobrepasaste esa cuota, debes poner freno de inmediato a las compras impulsivas.
Cuando pides prestado más de lo que puedes pagar existe el riesgo de que no hagas tus pagos con puntualidad. La consecuencia inmediata de ese impago será que perderás dinero en cargos por el pago atrasado, verte forzado a cancelar intereses adicionales y, como si fuera poco, perjudicar tus antecedentes de crédito por no cumplir formalmente tus obligaciones.
Vistos los escenarios anteriores, te invitamos a hacer el mejor uso posible del crédito como un gran instrumento para tu crecimiento personal o profesional y actuar con responsabilidad.