Solicitar un préstamo es la solución cuando tienes un apuro, pero si no calculas los intereses que pagarás por él, puede convertirse en tu pesadilla

Antes de pedir un préstamo toma en consideración los pagos mensuales, la tasa de interés, los plazos y las condiciones que impondrá la entidad financiera. Solo así podrás saber si estás haciendo un buen negocio al solicitarlo o si, por el contrario, aumentarás tus problemas a largo plazo. Global House Financial te orienta sobre aspectos que no debes perder de vista.

El interés pesa

Si te ofrecen cualquier tipo de préstamo, es importante que los cálculos los hagas tú. Los representantes de las entidades financieras suelen decir que el interés es “muy competitivo”, pero la realidad puede ser otra. Es preferible que consultes con varios bancos antes de tomar una decisión definitiva. Considera que la diferencia de un punto porcentual puede ser muy valiosa, según el plazo que consigas para el financiamiento.

Ordinario o exacto

No todos los intereses son iguales. El interés simple, que es uno de los más usados,  es una función directa entre el tiempo, la tasa de interés y el capital inicial.  Este interés se divide en ordinario y exacto. El ordinario se calcula sobre la base de 360 días anuales, mientras el exacto se calcula con 365 o 366 días, según sea el caso. La experiencia demuestra que, con el interés simple ordinario, se paga una mayor cantidad de dinero que en el exacto. En préstamos pequeños la diferencia es irrisoria, pero en montos mayores implicará para ti pagos más altos.

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Compuesto

Debes estar alerta si te ofrecen algún tipo de interés compuesto. Esto implica que  los intereses mensuales se van sumando al capital y el interés del mes siguiente se calcula sobre esa nueva suma. Esto hace que la deuda crezca más rápido y que la ganancia para el que presta sea mayor, ya que está ganando “intereses sobre intereses”. No obstante, esta es una práctica considerada ilegal en muchos países.

Saca la cuenta

Las calculadoras de préstamos on line son útiles a la hora de hacer tus cálculos y puedes introducir en ellas todas las variables a considerar.  Aquí te explicamos, por ejemplo, que si pides un préstamo de $1400, con una tasa de interés del 7% y pagos mensuales de $50, la fórmula es sencilla. El primer paso es dividir la tasa de interés entre 365, que corresponde al número de días de un año. Este resultado debes dividirlo entre 30 días, que es el ciclo de facturación. El monto que te dé debes multiplicarlo por $1400, que es el valor del préstamo. Toda esa cuenta te dará el interés del primer mes. La estimación de los meses subsiguientes requiere la misma operación.

Antes de comprometerte a pagar una deuda, recuerda que lo más saludable para tus finanzas es considerar todas las implicaciones que tendrá para ti.

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