Seis consejos para que tu casa de verano no te dé problemas

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Seis consejos para que tu casa de verano no te dé problemas

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Si te hace ilusión tener una casa de verano existen aspectos  que debes tomar en cuenta antes de comprarla y cuando debas hacer frente a su mantenimiento. Conócelos.  

Si al adquirir una casa para veranear o de descanso no quieres crearte un dolor de cabeza, comprueba muy bien antes de oficializar la compra su estado general como suelos, techos, conexiones eléctricas, posibles filtraciones, puertas, ventanas, aislamiento térmico y acústico, etc.

Es muy posible que debas hacer algunas reformas, pero no te dejes engañar y que las obras se conviertan en trabajos mayores.

También debes sumar los gastos naturales al mantenimiento de esta vivienda los generados por servicios, etc.

En una encuesta realizada por el Banco Central Europeo se asegura que en la zona del euro, 36,2% de las familias españolas tiene, además de su residencia, una segunda vivienda para vacacionar.

Estas casas pueden ser una fuente de descanso y relax, pero también demandan gastos relacionados a su mantenimiento.

 

Si piensas adquirir una casa para este fin, desde Global House Financial te detallamos seis aspectos clave a tener en cuenta:

 

  1. Si compras una casa para vacacionar te amarras a ese lugar.

Antes de comprar una casa de vacaciones ya sea en la playa o en la montaña debes estar seguro que ese lugar te fascina y quieres vacacionar siempre allí. Una vez que adquieres una casa y la mantienes para descansar en ella, ir a vacacionar a otro lugar será más complicado porque debes administrar el poco tiempo libre que tienes. Recuerda que no es lo mismo estar en un sitio una semana durante un verano, que repetir todos los fines de semana, puentes o periodos estivales en un mismo lugar.

 

  1. Verifica bien el estado de la casa

Si la vivienda de playa, campo o pueblo que vas a comprar es nueva, verifica que la documentación sea totalmente legal. No escatimes tiempo en revisar todo bien para evitarte sorpresas desagradables.

Si compras un piso o un chalé de segunda mano, comprueba el estado del sistema eléctrico, las tuberías, las humedades, la cocina, los suelos, etc. También cerciórate  si tiene salidas para la conexión de internet y televisión. Recuerda que es una inversión por lo tanto no dejes detalles al azar.

 

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  1. Saca cuentas

Nunca compres en temporada alta, pues los precios se disparan antes y durante el verano. Tienes que ser muy realista y calcular si el precio de la vivienda se adapta a tus ingresos sin ponerlos en peligro.

Un truco: multiplica por cuatro tus ingresos brutos anuales. Nadie debería utilizar los ingresos de más de cuatro años para pagar una segunda casa. Ten presente los  impuestos, los seguros del hogar y otros gastos que irán apareciendo.

Si el inmueble tiene fallas o te ofrece beneficios adicionales como mayor seguridad, cercanía a la playa, una buena reforma recién hecha, intenta negociar con el vendedor para bajar el precio y  ajustarlo para tu beneficio personal.

 

  1. Prefiere una casa bien situada

Es conveniente escoger una casa que te agrade, pero que también que esté bien ubicada a la que puedas llegar con facilidad y que sea segura. Recuerda: es mejor que no esté muy aislada, que se encuentre relativamente cerca de supermercados, restaurantes y centros de salud. También es bueno que llegar a ella no sea tan complicado.

Cerciórate si durante los meses de temporada baja quedan vecinos viviendo allí. De ser así, tendrás una buena noticia pues esto hace más seguro el lugar y no se le puede considerar una zona fantasmal en invierno. Prefiere si hay familias viviendo todo el año en el sitio por razones de seguridad, principalmente.

 

  1. Gastos de mantenimiento

Comprar una segunda residencia te traerá gastos. Eso es seguro y debes reflexionar al respecto. No solo es la hipoteca, hay que pagar mensualmente los recibos de la comunidad de vecinos, los servicios de luz, agua, gas, etc., los gastos de la piscina, si tienen o de conservación del jardín, el IBI y otros impuestos.

Todos estos gastos por una casa que utilizarás unas semanas al año. Piénsalo bien antes de entrar en esta aventura.

 

  1. Sácale rendimiento

Comprar una casa cerca de la playa puede ser una buena inversión y si no la usas mucho, puedes alquilarla por temporadas y así rentabilizarla.

Si compras una segunda vivienda pero no quieres atarte a esa ubicación, sino usar la casa unos días al año y luego alquilarla por temporadas el resto del año, debes prestar atención a los servicios que posee alrededor. Para que sea atractiva a potenciales inquilinos, debe tener aparcamiento, supermercados cercanos, centros de salud en los alrededores, una alarma y otras medidas de seguridad, buenas conexiones para televisión e internet, un buen seguro del hogar y ofrecer fuentes de ocio atractivas. También tú, como dueño, debes ofrecerla por un precio competitivo.

Los impuestos de la segunda vivienda

Desde hace poco tener una vivienda distinta a la de residencia implica sufrir una imputación de renta en el IRPF.

La renta a declarar es de 2% del valor catastral de la casa, o del 1,1% si el valor catastral fue revisado en 1994. Si la vivienda no tiene valor catastral, la imputación será del 1,1% del 50% del precio total de la compra del inmueble.

 

Global House Financial  se especializa en servicios de préstamos hipotecarios y préstamos personales y ofrecemos asesoría inmobiliaria en venta de inmuebles. ¡Consúltanos!

 

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