Los préstamos personales tienen muchos elementos para analizar antes de optar por alguno en concreto. Ya sea el plazo de amortización, los intereses o la comisión de apertura o por cancelación siempre habrá algo que puedas cuestionar para saber si estás ante una buena oferta.
Y para eso, comienza por fijarte en el tipo de interés que van a cobrar y el plazo de amortización que te ofrecen, así sabrás la cuota mensual que pagarás. Toma en cuenta que los intereses varían dependiendo al tipo o la función del préstamo solicitado (para coche, dispositivos electrónicos, reformas, estudios…).
Aquí te dejo las claves que necesitarás para “descifrar” los prestamos buenos que debes adquirir
Existen varias formas de expresarlo: TIN (Tipo de Interés Nominal), que se aplica a cambio de financiación, y TAE (Tasa Anual Equivalente), que incluye comisiones y el plazo de amortización.
Una oferta atractiva podría tener un TIN entre 4,5% a 6%, en el que el coste real sea inferior. Al no tener comisiones, acabarías pagando una TAE alrededor de 5%.
<<Datos que distinguen el buen crédito del malo >>
Es prácticamente la obligación de contratar productos adicionales (fondos de inversión, planes de pensiones, cuentas nómina, seguros adicionales, tarjetas…) con el fin de obtener intereses más bajos.
Ante una buena oferta, no debería de exigirte contratar ningún producto para restar el interés. Las malas ofertas, en cambio requieren vincular 3 y hasta más productos con costes extras.
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Sirve para pagar las operaciones de trámite de formalización y fondos prestados, que es un porcentaje sobre la cantidad prestada (1% y 2%).
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Es lo que cobra una entidad antes de cancelar tu préstamo. Lo que la ley estipula un 1% si queda más de un año por la devolución.